Chile lanza su Estrategia Nacional para la Conservación de Aves

±¬ÁϹ«Éç Américas celebra esta importante Estrategia, trabajada en los últimos dos años en equipo con comunidades locales, ONG chilenas, academia, autoridades y entidades internacionales.

Las aves de Chile y las especies migratorias del hemisferio que año tras año visitan el país, cuentan hoy con un horizonte de vida posible en ese país gracias a la Estrategia Nacional para la Conservación de las Aves 2021-2030 (ENCA), en la cual ±¬ÁϹ«Éç Américas tuvo un rol de acompañamiento y apoyo en la definición de líneas de trabajo, con énfasis en las aves migratiorias y los lugares que habitan, a favor de las cuales ±¬ÁϹ«Éç lleva trabajando más de 15 años en el país.

Lanzada oficialmente el jueves 20 de enero, la ENCA eleva la protección de las aves y de sus hábitats a política pública, permitiendo así no solo su supervivencia, sino la de los entornos que habitan otras especies y la propia ciudadanía chilena. 

El país recibió la hoja de ruta que guiará a lo largo de esta década la conservación efectiva de un poco más de 500 especies de aves nativas de Chile, que representan el 5% de las aves del mundo. Chile, al igual que otros países de las Américas, en el pasado contó con iniciativas para proteger este patrimonio, pero enfocadas en la conservación de algunas especies, no de la totalidad de ellas. La ENCA está pensada precisamente para contar con una política nacional que responda a las necesidades de las diversas especies, complemente los esfuerzos realizados e inicie las nuevas acciones que sean necesarias para su conservación.

Chile marca un hito al ser el primer país de Sur América en contar con una Estrategia Nacional de Conservación de Aves liderada por el Estado. Esta participación estatal activa procura la coordinación de todos los esfuerzos realizados por diversas instituciones y organizaciones con el fin de trazar lineamientos claros y hacer seguimiento a los programas y actividades que se deriven del plan de acción de esta ENCA. Además del liderazgo estatal, es importante señalar que a finales de 2021 esta iniciativa fue consultada públicamente con las chilenas y los chilenos, en una acción participativa de gran valor y respaldo a esta ENCA a cuyo diseño aportaron más de 2.000 personas. 

Un poco de historia

La definición de la Estrategia se inició en marzo de 2020 utilizando la metodología de Estándares de Conservación o Estándares Abiertos, con el propósito de recoger y encausar los diversos esfuerzos de conservación que se daban en todo el país y responder así a una realidad preocupante: en el marco del Reglamento para la Conservación de Especies (RCE) se evaluó el estado de conservación de 117 especies de aves, 50% de las cuales han sido clasificadas como especie amenazada (En Peligro Crítico, En Peligro o Vulnerable), a lo que se suma un creciente deterioro de la biodiversidad.

La ENCA también se planteó a partir de una realidad más positiva: el país cuenta ya con mucha más información – incluido el primer Atlas de Aves Nidificantes de Chile-, con un Ministerio de Medio Ambiente en capacidad de administrar los procesos de clasificación de especies y su grado de conservación, con datos científicos y de ciencia ciudadana que apoyan estas iniciativas y evidencian una mayor participación de los chilenos, ya no solo de los expertos, en estos derroteros nacionales. Esto permite trazar lineamientos y sumar los esfuerzos de diversos actores en el territorio, lo cual es fundamental para el éxito de este tipo de estrategias..

Uno de los primeros pasos fue convocar y conformar un grupo núcleo que asesorara todo el proceso, conformado por representantes de los ministerios de Medio Ambiente y de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, de la Corporación Nacional Forestal, de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, del Servicio Agrícola y Ganadero, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura y el Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora.

Igualmente, para apoyar se sumaron a este grupo núcleo organizaciones nacionales e internacionales como la ±¬ÁϹ«Éç, BirdLife International,  Albatros Task Force, Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile, AvesChile, Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras,  Manomet, Oikonos, CSIRO Chile, Centro de Humedales Río Cruces, a las que se sumaron representantes de entidades universitarias o de investigación como la Universidad Austral de Chile, el Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura, la Universidad de Chile, la Universidad de Concepción y la Universidad Santo Tomás.

El trabajo de diagnóstico realizado identificó 20 amenazas directas a las aves a escala nacional. Entre ellas, el cambio climático, la presencia de especies exóticas invasoras, gestión no sustentable de cultivos agrícolas y de la actividad minera, así como también los impactos derivados del desarrollo residencial y comercial.

Así toma vuelo la ENCA

La respuesta a estas amenazas identificadas quedó articulada en la Estrategia a partir de ocho líneas de acción que buscan fomentar la investigación y monitoreo de aves, crear y fortalecer alianzas para la conservación, fortalecer políticas públicas, promover el cumplimiento de la normativa, incentivar e innovar en prácticas sustentables del sector productivo, atraer recursos para la implementación de acciones, elaborar instrumentos de gestión en conservación, y empoderar y vincular a la comunidad. Estos ocho pilares cuentan, a su vez, con 58 acciones transversales y específicas para la conservación de las aves y sus hábitats en Chile.

Con la entrega formal de la ENCA 2021-2030 al país, se comparte con los chilenos y las chilenas, con las generaciones actuales y futuras, así como con los habitantes de las Américas, la hoja de ruta que compromete a Chile con la conservación efectiva de las aves del país y los cientos de miles de aves migratorias que cada año lo visitan.

Este es un documento vivo y vital. La implementación de la ENCA a lo largo y ancho del territorio nacional será una responsabilidad compartida, producto del consenso y de la consulta abierta con expertos y con la ciudadanía, como parte de un proceso amplio e incluyente que valora el aporte de muchas voces, saberes y miradas.

La ENCA 2030 de Chile marca el inicio de una nueva era en materia de conservación y abre diversos caminos que las sociedades del hemisferio y de otras latitudes pueden recorrer, según sus realidades y necesidades, para pasar de la conversación sobre la conservación a la acción real a favor de la conservación y la sostenibilidad del planeta.