En Michigan, un esfuerzo comunitario para salvar la desaparici贸n del charr谩n negro

Para rescatar la gr谩cil ave del pantano, los investigadores primero tienen que resolver el misterio de su dram谩tica disminuci贸n.

Cuando nos acercamos a la Colonia Mackie, una de las seis colonias de charr谩n negro del 脕rea Vida Silvestre de las llanuras de St. Clair 鈥攗na regi贸n a 20 millas de Detroit en la que el r铆o St. Clair se encuentra con el Lago St. Clair鈥, el cielo azul de junio cobra vida con los chillidos de decenas de charranes que sobrevuelan en c铆rculos. Caleb Putnam, coordinador del programa 脕reas de Importancia para las Aves de Michigan a trav茅s de , y Dave Shealer, bi贸logo de Loras College de Iowa, son los primeros en entrar al agua.

Veo que Putnam y Shealer caminan a trav茅s del h谩bitat mixto de un pantano con totoras y juncos para llegar a varios nidos de charr谩n negro. Seg煤n Shealer, estos nidos se "improvisan" justo encima del agua, se construyen con tallos rotos de juncos que han enmara帽ado hasta formar balsas temporarias. Cuando los dos regresan al bote, Shealer sostiene un par de pichones y Putnam acuna una nidada de tres huevos. Los voluntarios de , Randy Kling y Erin Rowan, marcan las aves y registran los datos. Tienen la esperanza de que, en combinaci贸n con los datos de las 煤ltimas tres temporadas de campo, puedan apuntar a la raz贸n de la misteriosa disminuci贸n de los charranes.

Los charranes negros pasan cuatro meses con las cr铆as en colonias dispersas por todo el norte de Estados Unidos y Canad谩, incluso alrededor de los Grandes Lagos. Luego vuelan hacia el sur a las zonas costeras de Am茅rica Central y del Sur. En alg煤n momento, los charranes no pueden sobrevivir. Desde la d茅cada de 1960, la poblaci贸n mundial se ha reducido en 70 por ciento. "El ave se va r谩pido", dice Putnam. "La poblaci贸n deber铆a ser estable, pero no lo es".

El equipo de 爆料公社 鈥攋unto con los socios en el Departamento de Recursos Naturales de Michigan y el Zool贸gico de Detroit鈥 han estado tratando de descartar las amenazas a la supervivencia de los charranes. "Es un proceso de eliminaci贸n", explica Putnam. "驴Cu谩les son los atributos que no est谩n funcionando? O los adultos no est谩n viviendo sus vidas o no est谩n teniendo suficientes beb茅s".

Las fallas de los nidos, la p茅rdida de h谩bitat, la proliferaci贸n de especies invasoras tales como fragmitas (una ca帽a com煤n que aqu铆 est谩 en todas partes hacia donde uno mire): todo eso hace presi贸n en la poblaci贸n de cr铆a de charranes. Pero hasta el momento en las llanuras de St. Clair, el 茅xito reproductivo no parece ser un problema. El equipo ha encontrado consistentemente un mont贸n de pichones. El propio trabajo de Shealer en Wisconsin indica que los adultos pueden no estar sobreviviendo entre las estaciones de reproducci贸n. Al marcar las aves para recapturarlas, Putnam y su equipo esperan averiguar qu茅 ocurre en Michigan tambi茅n.

Los transmisores por sat茅lite capaces de rastrear las aves a medida que migran al sur probablemente ayudar铆an a llenar espacios importantes, como las tasas de mortalidad de adultos, los movimientos durante el invierno y la fidelidad de la colonia. Actualmente esos dispositivos no son lo suficientemente livianos para los charranes negros, que pesan apenas un poco m谩s que una bola de wiffle. As铆 que mientras tanto, el equipo espera que su labor de marcado pase de ser un peque帽o esfuerzo comunitario a un proyecto m谩s grande que abarque otros sitios en los Grandes Lagos.

Despu茅s de marcar los pichones, Putnam y su equipo intentan capturar un charr谩n adulto. Rowan activa la trampa remota mientras Putnam, que observa a trav茅s de binoculares, indica con sus pulgares hacia arriba que el ave se ha posado en su nido. "隆Lo tengo!", exclama, mientras se abre paso entre los lirios que cubren el agua, que llega hasta su cintura. Hab铆an marcado al charr谩n el a帽o anterior, una buena se帽al. Este, al menos, volvi贸 al hogar.