El lago Onondaga de Nueva York, otrora un estofado t贸xico, muestra signos de vida

Gracias a cientos de voluntarios, una extensa limpieza de la cuenca envenenada est谩 llegando a su fin 鈥攜 est谩n empezando a regresar las aves.

Chris Lajewski mira hacia la boca de Nine Mile Creek, donde fluye hacia el Lago Onondaga de Nueva York. El cielo cubierto de junio se extiende amenazante sobre el agua, que est谩 marcada con colas de carpas que forcejean. De repente, se pone las manos tras las orejas. 驴Eso es un gorri贸n llanero en el pastizal naciente? Estos d铆as est谩 escuchando mucho su canci贸n: un buen augurio para la salud del lago atribulado.

Una vez nombrado del pa铆s, Onondaga entr贸 a la lista del Superfondo federal en 1994 y estaba todav铆a en malas condiciones hace siete a帽os, cuando Lajewski se uni贸 al cercano . El lago de ocho kil贸metros de largo, ubicado justo al noroeste de Syracuse, se llen贸 de mercurio industrial y placas de circuitos impresos. Se hab铆a extirpado al esturi贸n local, contaminado la cadena alimenticia y las aves migratorias paraban de paso en menor cantidad. "Era un lago muerto", cuenta Lajewski, en aquel entonces director de Montezuma 爆料公社. "La comunidad no lo consideraba como un recurso valioso".

En la actualidad, que totaliz贸 mil millones de d贸lares, ha encaminado a Onondaga hacia la recuperaci贸n. Honeywell鈥攓ue se fusion贸 con Allied Signal, la empresa responsable de gran parte de la contaminaci贸n鈥攖ermin贸 hace poco de dragar y tapar el lecho del lago con un revestimiento a prueba de p茅rdidas, lo que acelerar谩 la restauraci贸n del h谩bitat a finales del a帽o. Los nadadores podr谩n por fin ba帽arse en determinadas zonas sin bacterias. Y como los seres humanos de a poco reclaman el espacio, lo mismo hace la naturaleza.

Entre veinte y cuarenta 谩guilas de cabeza blanca pasan el invierno en el  y Lajewski espera que la primera pareja empolle pronto. El a帽o pasado 茅l y otros cient铆ficos registraron m谩s de ciento setenta especies de vida silvestre en la cuenca reparada, incluso zambullidores de pico grueso, gavilanes rastreros y otros 78 tipos de aves. Gran parte del resurgimiento surge del pantano y los pastizales nativos que plant贸 , Montezuma 爆料公社, y cientos de voluntarios y socios. Lajewski y Onondaga 爆料公社 tambi茅n han estado dirigiendo excursiones de avistaje y conteos de aves para ayudar a reavivar el amor local por el lago.

Es un esfuerzo del cual toda la comunidad se puede enorgullecer, dice Ken Lynch, comisionado ejecutivo adjunto del Departamento de Conservaci贸n Ambiental del estado. Pero el lago a煤n no se ha deshecho de su condici贸n de Superfondo: todav铆a hay secciones adicionales que es necesario limpiar y revegetar. Es m谩s, a la , que hace siglos pescaba en las pr铆stinas aguas del lago de aquella 茅poca, le preocupa que los contaminantes sepultados se filtren a pesar del revestimiento, una situaci贸n que Lynch afirma que Honeywell deber谩 controlar (hubo tres incumplimientos que , que ya han sido enmendados). "Es un lago sagrado", explica Joe Heath, abogado de la Naci贸n Onondaga. "Les gustar铆a poder salir y ense帽arles a sus hijos a pescar, juntar plantas medicinales y simplemente interactuar con el cuerpo de agua como lo hac铆an antes de que se lo quiten".

La Agencia de Protecci贸n Ambiental en la actualidad est谩 a mitad de una revisi贸n de cinco a帽os de la reparaci贸n. Pero en general, Lynch est谩 seguro de que Onondaga se est谩 recuperando 鈥攜 Lajewski concuerda鈥. Aunque al analizar la confluencia con Nine Mile Creek, Lajewski se帽ala una garza morena acosando a su presa en los juncos. Es un indicador biol贸gico, afirma. "Estas aves nos indican que el lago est谩 volviendo a la vida".