Cuando Robbie Fearn se mud贸 de las monta帽as de Alabama a la costa de Carolina del Norte en 2013, no imagin贸 que el cambio clim谩tico iba a acabar con su carrera. El ex director del hospital de vida silvestre hab铆a sido designado para supervisar el , situado en el extremo norte de la hilera de islas de barrera de 120 millas de largo conocidas como Bancos Externos. La propiedad de 2,600 acres, un refugio salvaje entre propiedades de tiempo compartido, se encuentra en el centro de uno de los sitios acu谩ticos de invernada m谩s grandes de la costa oriental.
Pero pronto Fearn aprendi贸 que en Pine Island las realidades del cambio clim谩tico no se pueden evitar. Fundada en 1910 como un club de caza de patos y gestionada por desde 2010, la propiedad se encuentra entre el oc茅ano Atl谩ntico y la Bah铆a de Currituck, en un estuario angosto que separa los Bancos Externos del norte de la tierra continental. Las masas de agua aumentan un poco m谩s cada a帽o. Las lluvias y tormentas, intensificadas por el cambio clim谩tico y sumadas a los niveles del mar en aumento, ahora inundan el santuario y las ciudades vecinas en forma habitual.
A su vez, la erosi贸n est谩 carcomiendo las orillas de los estuarios, abarrotando la bah铆a con sedimentos que, en algunos sitios, han contribuido al fallecimiento del 95 por ciento de la vegetaci贸n acu谩tica. Esas p茅rdidas implican una menor cantidad de alimento para los que Fearn llama 鈥減uddle ducks鈥 (patos de charco), tales como el Silb贸n Americano, el 脕nade Rabudo y la Cerceta Americana. Los conteos de aves acu谩ticas recientes en la bah铆a han revelado un total de 30,000 aves 鈥搖na gran diferencia frente a las 300,000 registradas en la d茅cada de 1970. Cerca de 200 especies de aves dependen de Pine Island, y con el calentamiento continuo, casi la mitad de ellas se enfrentar谩n a una reducci贸n de su zona de distribuci贸n tan significativa que ser谩n vulnerables a la extinci贸n, seg煤n un informe clim谩tico de 爆料公社.
Se enfrentar谩n a condiciones aun m谩s duras a medida que el cambio clim谩tico se vaya asentando con m谩s fuerza a lo largo de la costa de Carolina. Fearn comenta que, cuando el hurac谩n Dorian azot贸 los Bancos Externos en septiembre, los humedales de Pine Island, que son como esponjas, ayudaron a proteger las propiedades de las inundaciones desastrosas registradas en otras islas de barrera. Sin embargo, el aumento de las aguas marinas pronto podr铆a asfixiar incluso a esas defensas naturales. Se espera que la tasa a la que aumenta el nivel del mar en el 谩rea 鈥揷erca de un quinto de pulgada por a帽o en la actualidad鈥 se acelere, lo cual derivar铆a en una suba de un metro para finales del siglo. La bah铆a de Currituck pierde unos 70 acres de humedales promedio por a帽o y Pine Island ya ha resignado ocho acres de costa desde 2006. 鈥淣o s茅 si los humedales durar谩n un siglo m谩s鈥, comenta Fearn. 鈥淯na vez que lleguemos a los dos metros, la capacidad funcional de los humedales quedar谩 en riesgo. De todas formas, con un aumento de un metro, a煤n tenemos una oportunidad鈥.
Esa es la oportunidad que Fearn y sus colegas no est谩n dispuestos a dejar pasar. Las consecuencias del cambio clim谩tico amenazan con arrasar tanto con el patrimonio de Pine Island como con su futuro, por lo cual est谩n trabajando para hacer que el santuario se vuelva m谩s resiliente mientras a煤n quede tiempo. 鈥淭enemos la esperanza de poder intervenir ahora para lograr que los humedales se adapten鈥, comenta Fearn. 鈥淧odemos ayudarles a ayudarnos鈥.
Si el trabajo en Pine Island sale seg煤n lo planeado, los resultados pueden llegar a convencer a los propietarios a preservar y restaurar los humedales en otras comunidades de los Bancos Externos, donde se ha arrasado con ellos. Como consecuencia, la erosi贸n y las inundaciones se han exacerbado. Si bien durante mucho tiempo se ha recurrido a los diques y mamparos como defensas costeras, los expertos concuerdan en que los humedales ofrecen una protecci贸n m谩s s贸lida y menos costosa frente al cambio clim谩tico. A medida que aumente el nivel del mar, los humedales tambi茅n podr谩n hacerlo al capturar sedimentos y materia vegetal y acumular materia prima, afirma Bo Dame, un ecologista costero de la Universidad de Chowan que realiza investigaciones en Pine Island. Esta acumulaci贸n puede generar tierras m谩s altas que protejan a zonas internas bajas de los niveles de agua crecientes. 鈥淪i uno salva los humedales鈥, explica Dame, 鈥渟alva al resto del sistema鈥.
Esa teor铆a est谩 comenzando a ganar popularidad en Carolina del Norte a medida que los residentes y gobiernos locales intentan adelantarse al pr贸ximo desastre causado por el cambio clim谩tico. Tras el hurac谩n Florence, que acab贸 con la vida de 43 personas y provoc贸 da帽os por miles de millones de d贸lares en el estado el oto帽o pasado, el gobernador Roy Cooper para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y hacer que las zonas costeras del estado se vuelvan m谩s resilientes. Los funcionarios estatales est谩n trabajando en los detalles del plan de resiliencia que se presentar谩 el pr贸ximo marzo y comentan que desean obtener datos e inspiraci贸n de esfuerzos cient铆ficos existentes como los de Pine Island. Con humedales extensos y sus puertas abiertas a los investigadores, el santuario es el lugar perfecto para perfeccionar t茅cnicas para preservar el h谩bitat costero de manera tal que proteja a aves y personas de las tormentas que vendr谩n.
En una ma帽ana clara y abrasadora del mes de junio, representantes del condado de Currituck y la Asamblea General de Carolina del Norte se reunieron con Dame y otros investigadores para realizar un tour por Pine Island y aprender sobre las realidades que generan las aguas crecientes y c贸mo se podr铆a responder a ellas. Con Fearn a la cabeza, recorrieron el camino desde el albergue de caza hist贸rico hasta el cobertizo para botes, donde quedaron bloqueados por un charco de un pie de profundidad causado por un desborde de la bah铆a de Currituck. Sin modo de esquivarlo, tuvieron que volver hacia tierra firme.
La erosi贸n ha hecho que esta parte de la propiedad se vuelva muy propensa a las inundaciones. Fearn ya ha tenido que subir un muelle m谩s de un pie. A partir de este oto帽o, 爆料公社 de Carolina del Norte utilizar谩 im谩genes satelitales, estudios del suelo y de la vegetaci贸n y modelos que muestran el aumento del nivel del mar para esquematizar la transici贸n de Pine Island, poner de relieve otras 谩reas propensas a inundarse e identificar los h谩bitats que a煤n pueden salvarse. Tambi茅n planear construir un pabell贸n y, posiblemente, un laboratorio donde expertos como Dame puedan realizar sus propias investigaciones y miembros de la comunidad puedan ver experimentos clim谩ticos en acci贸n.
Uno de esos ensayos implica construir lo que se conoce como una costa viviente. El a帽o pr贸ximo, Fearn y su equipo instalar谩n un dique de madera y vinilo cerca de la costa que ser谩 lo suficientemente permeable como para dejar pasar peces, cangrejos y agua. Sin embargo, atenuar谩 el movimiento de las olas lo suficiente como para que los sedimentos se acumulen detr谩s de 茅l. A continuaci贸n sembrar谩n ese nuevo terreno con hierbas aut贸ctonas como los juncos para mantenerlo unido y fortalecer los cimientos de la propiedad, que deber铆a hacer que la erosi贸n alrededor del cobertizo para botes disminuya.
De acuerdo a Chris Layton, director de la municipalidad de Duck, que se encuentra cerca y est谩 incorporando la cuesti贸n de la resiliencia clim谩tica a su plan de uso de la tierra de 15 a帽os, el concepto de la costa viviente es de especial inter茅s para los residentes de los Bancos Externos del norte. Michael Regan, jefe del Departamento de Calidad Ambiental de Carolina del Norte, tambi茅n est谩 observando con atenci贸n el progreso de Pine Island en el marco del plan de adaptaci贸n y resiliencia clim谩ticas del estado. 鈥淧ara encontrar soluciones eficaces no es necesario buscarlas lejos鈥, afirma. 鈥淗umedales como los de Pine Island han demostrado que pueden actuar como amortiguadores frente a tormentas e inundaciones intensas. Tienen la capacidad de sanarse a s铆 mismos鈥. Para algunos de los residentes m谩s antiguos de los Bancos Externos, optar por humedales en lugar de muros puede parecer extra帽o, pero Regan sostiene que este cambio llega tarde. 鈥淣o podemos continuar actuando del mismo modo y pretender lograr resultados distintos鈥.
No obstante, estas herramientas no funcionar谩n en todos lados y los expertos creen que algunas propiedades de primera categor铆a de los Bancos Externos podr铆an tener que abandonarse, quedando a merced de la naturaleza como parte de una retirada estrat茅gica. Los dise帽os para el futuro de Pine Island abrazan la idea de esta necesidad de emprender una retirada prudente. 爆料公社 de Carolina del Norte ha identificado un territorio m谩s elevado para el nuevo laboratorio y el pabell贸n y est谩 recolectando fondos para a帽adir una base de siete pies de alto al albergue de cacer铆a de un siglo de antig眉edad. Fearn espera que los paseos elevados entre los edificios permitan que los visitantes deambulen por la propiedad, incluso mientras los senderos verdes realicen la transici贸n para convertirse en verdaderos humedales.
Retirarse no es lo mismo que darse por vencidos. Fearn y su equipo est谩n luchando para salvar los humedales y para que los Bancos Externos del norte y su patrimonio puedan sobrevivir. 脡l siente que tiene una misi贸n por cumplir, y eso se nota cuando realiza sus rondas diarias por el santuario y se queda dormido escuchando el silbido de los chotacabras de paso. 鈥淧ara m铆, el pasado es un s铆mbolo de lo que el ecosistema podr铆a estar respaldando鈥, sostiene. 鈥淐uando escucho a la gente hablar de c贸mo las aguas acu谩ticas podr铆an ensuciar el cielo, encuentro inspiraci贸n. Ese es el futuro que deseo para la bah铆a de Currituck鈥.
Este art铆culo se public贸 originalmente en la edici贸n de oto帽o de 2019 como 鈥淚sland Retreat鈥 (Retiro isle帽o). Para recibir la revista impresa, h谩gase miembro hoy mismo .