驴Qui茅n est谩 preocupado por el calentamiento global?

Cinco inesperados agitadores del clima explican por qu茅 est谩n expresando sus opiniones.

Henry Paulson
Chicago, Illinois
Ex Secretario de Hacienda; Co-Presidente, Risky Business Project
 

 

Me preocupa realmente que el cambio clim谩tico sea una crisis en crecimiento, as铆 como la crisis financiera de 2008, lo cual representa un riesgo enorme para nuestra econom铆a y la calidad de vida de las generaciones futuras.

 

Hay algunas personas que creen que incluso si tomamos medidas para disminuir los efectos del cambio clim谩tico provocados por el hombre, no podr铆amos de ninguna manera hacer lo suficiente para frenar sus efectos catastr贸ficos. Pero no podemos darnos por vencidos y esconder la cabeza en la arena.

 

He dedicado toda mi vida a la gesti贸n de riesgos, y creo que tenemos que gestionar el riesgo clim谩tico de la misma forma en que gestionamos riesgos econ贸micos; tenemos que hacerlo antes de que los excesos sean tan grandes que ya sea demasiado tarde.

 

La buena noticia es que, si actuamos de inmediato, todav铆a podemos evitar la mayor铆a de los peores efectos del cambio clim谩tico y reducir de forma significativa las probabilidades de resultados costosos y catastr贸ficos sobre el medio ambiente y, a su vez, nuestra econom铆a.

 

Adem谩s, sabemos que los riesgos m谩s graves todav铆a se pueden evitar a trav茅s de inversiones tempranas en capacidad de recuperaci贸n y otras acciones inmediatas que podemos tomar ahora mismo para reducir la contaminaci贸n que causa el calentamiento global. La conclusi贸n es que hay que empezar a cambiar nuestras decisiones de pol铆tica comercial y p煤blica hoy mismo.

 

Katharine Hayhoe
Lubbock, Texas
Cient铆fica del Clima, Universidad Tecnol贸gica de Texas

 

Cuando hablo a la gente, comienzo refiri茅ndome a mis valores. No saco a relucir datos de un term贸metro y empiezo a hostigarlos con ellos. Comparto lo que hay en mi coraz贸n, por qu茅 me preocupo por este problema, por qu茅 creo que es importante, por qu茅 creo que tal vez tambi茅n quieran empezar a preocuparse por eso. Luego, hablo de los hechos.

 

Como cient铆fica, puedo decir que hay algunas verdades absolutas sobre el cambio clim谩tico. Usted puede tener una opini贸n, y yo puedo tener una opini贸n. Pero el calentamiento del planeta no es una opini贸n. Es un hecho.

 

Se nos proporciona informaci贸n incorrecta todo el tiempo. La gente se llena la cabeza con palabras, como "hace mucho fr铆o afuera, 驴d贸nde est谩 el calentamiento global ahora?" o, "Dios tiene el control, as铆 que todo va a salir bien al final".

 

El mayor obst谩culo es conseguir que la gente escuche. Muchos de nosotros pensamos que, si aceptamos que el clima realmente est谩 cambiando y que los seres humanos son los responsables, esto amenaza nuestra visi贸n del mundo. Y muchas personas sienten que hacer algo al respecto destruir谩 la econom铆a o infringir谩 las libertades personales de la gente. O que es anti-cristiano, anti-conservador o anti-republicano.

 

Creo que existe una percepci贸n de que tenemos que adquirir un nuevo conjunto general de valores. Pero la realidad es que, para preocuparse por el cambio clim谩tico, solo tenemos que ser humanos, tenemos que vivir en este planeta y tenemos que querer un mundo mejor para nosotros y para nuestros hijos. Y como cristiana, creo que la Biblia es muy clara en que debemos amar a los dem谩s como Cristo nos ha amado, lo cual nos da a煤n m谩s razones para preocuparnos.

 

Nick Mullins
Berea, Kentucky
Minero de Carb贸n de Cuarta Generaci贸n, Activista del Cambio Clim谩tico

 

Cuando no pude conseguir un trabajo que pudiera proporcionar el dinero que yo cre铆a necesario para brindarle un futuro mejor a mis hijos, me convert铆 en la cuarta generaci贸n en trabajar bajo tierra.

 

Con el tiempo, me di cuenta de que la miner铆a del carb贸n era mucho m谩s destructiva y perjudicial para la salud de la comunidad de lo que hab铆amos pensado en un principio. Me di cuenta de que ganar un salario alto para brindarle a mis hijos un "futuro mejor" no es importante cuando estamos contaminando y destruyendo el medio ambiente, junto con su futura salud.

 

Me cri茅 en una 茅poca en la que los mineros entend铆an que las empresas de carb贸n solo estaban interesadas 鈥嬧媏n la rentabilidad y una 茅poca en la que la comunidad todav铆a era fuerte. S茅 que podemos volver a juntar nuestras comunidades y reavivar las llamas de esperanza para las futuras generaciones, que podemos evitar una vida inclinada hacia la avaricia corporativa de las industrias extractoras.

 

Los mineros m谩s j贸venes y los m谩s leales a las empresas de carb贸n a menudo se ofenden por nuestras posiciones anti-industria del carb贸n. Algunos me acusan de darle la espalda a mis compa帽eros mineros. En ocasiones, sin embargo, los mineros de carb贸n que comprenden la din谩mica de la industria del carb贸n ofrecen su apoyo.

 

Me temo que no pasar谩 nada hasta que las personas se enfrenten a la p茅rdida inminente del empleo y comiencen a ver m谩s all谩 de la propaganda de la "guerra contra el carb贸n" emitida por la industria del carb贸n y los pol铆ticos que la apoyan.

 

Si pudi茅ramos debilitar la influencia de la industria sobre los sistemas pol铆ticos y econ贸micos dentro de las regiones de extracci贸n del carb贸n, s茅 que podr铆amos reconstruir la econom铆a, e incluso traer empleos de fabricaci贸n e innovaci贸n tecnol贸gica del sector de la eficiencia energ茅tica. Tenemos una oportunidad incre铆ble para convertirnos en la "regi贸n que pudo".

 

Susan Collins
Bangor, Maine
Senadora de los EE. UU. (R-ME)

El cambio clim谩tico es una amenaza importante y un reto que requiere de la cooperaci贸n internacional y de soluciones globales con el fin de reducir la contaminaci贸n de gases de efecto invernadero en todo el mundo. Particip茅 en un viaje de la delegaci贸n del congreso a la Ant谩rtida en enero de 2006 que dej贸 una profunda impresi贸n sobre la necesidad de luchar contra el cambio clim谩tico a nivel mundial, sus causas y sus efectos en nuestro planeta. En la Estaci贸n McMurdo, me reun铆 con los cient铆ficos, entre ellos algunos de mi estado de origen, Maine, que estaban jugando un papel importante en la investigaci贸n de la ciencia del clima.

 

Tambi茅n tuve la oportunidad de realizar una breve visita a Nueva Zelanda. Pudimos ver con claridad las morrenas glaciares, donde la suciedad y las rocas fueron colocados en pilas alrededor del frente glaciar en 1860. Pens茅 que era extraordinario estar en un lugar en el que hace unos 140 a帽os yo habr铆a estado cubierta por decenas o cientos de pies de hielo, y luego observar la ladera de la monta帽a y ver cu谩n lejano estaba ahora el borde del hielo.

 

Siempre he sostenido que es una falsa elecci贸n enfrentar el medio ambiente con la econom铆a. Puedo decir por experiencia que el medio ambiente es la econom铆a. Desde el turismo y la recreaci贸n hasta nuestro trabajo en los bosques y nuestras industrias de pesca y agricultura, la econom铆a de Maine est谩 ligada a nuestro medio ambiente de forma inexorable.

 

Creo en el poder del compromiso, informado por los 煤ltimos datos cient铆ficos, para marcar una diferencia. Al sentarnos y trabajar juntos para encontrar una base com煤n, hemos demostrado que es posible romper el estancamiento partidista para encontrar soluciones razonables a algunos de nuestros problemas m谩s urgentes.

 

Ben Lowe
Glen Ellyn, Illinois
J贸venes Evang茅licos para la Acci贸n Clim谩tica

 

El cambio clim谩tico ya est谩 ocurriendo y tiene profundos efectos ambientales y humanitarios. Jes煤s ense帽贸 que lo m谩s importante es amar a Dios y amar a nuestro pr贸jimo. No puedo amar a Dios con fidelidad a menos que me importe el mundo que 茅l cre贸, que sostiene y el cual nos invita a restaurar. Del mismo modo, no puedo amar a mis pr贸jimos plenamente sin tomar medidas para hacer frente a los efectos del clima, sobre todo cuando las comunidades que menos han contribuido a este problema son a menudo las m谩s afectadas.

 

Ha habido una polarizaci贸n innecesaria a trav茅s de la desinformaci贸n y la pol铆tica partidista. Los esfuerzos para sembrar la duda y la confusi贸n acerca de la ciencia del clima, la integridad del proceso cient铆fico, la eficacia de las soluciones disponibles y el imperativo b铆blico que restringe la participaci贸n de los cristianos han sido tristemente efectivos a trav茅s de los a帽os. La acci贸n clim谩tica tambi茅n ha llegado a ser vista con demasiada frecuencia como una cuesti贸n pol铆tica de izquierda contra derecha, cuando en realidad deber铆a ser entendida como un asunto moral que trasciende las divisiones partidistas y requiere nuestras mejores ideas, innovaci贸n y cooperaci贸n para resolverse. Disipar mitos, traer claridad y construir puentes son todas tareas importantes para los cristianos de hoy.

 

Alrededor del 76 por ciento de la poblaci贸n estadounidense se auto identifica como cristiana, y aproximadamente uno de cada tres estadounidenses se considera evangelista. Tenemos un papel integral y estrat茅gico que servir para superar el cambio clim谩tico.

 

Hoy, uni茅ndonos y respondiendo con fidelidad, podemos reducir la contaminaci贸n de carbono, asistir a quienes sufren efectos clim谩ticos perjudiciales, invertir en tecnolog铆as de energ铆a limpia, dar rienda suelta a nuevas olas de innovaci贸n, crear puestos de trabajo que puedan sostener en lugar de destruir la creaci贸n y promover el desarrollo responsable en nuestras comunidades y en todo el mundo.