Belice: en busca de un equilibrio entre la conservaci贸n y las necesidades comunitarias

Luego de un supuesto caso de incendio premeditado en el Refugio de Vida Silvestre Crooked Tree, una nueva iniciativa para mitigar d茅cadas de disputas sobre la pesca y tala ha comenzado a tomar forma.

En la parte norte de la periferia de la ciudad de Belice, las calles estrechas y atestadas conducen hasta una autopista de dos carriles. Luego de avanzar 53 kil贸metros y de doblar una vez a la izquierda, la carretera ingresa a la comunidad apartada del Refugio de Vida Silvestre Crooked Tree, hogar de 1.387 personas y 317 especies de aves. Las esp谩tulas rosadas e ibis blancos buscan alimento en el agua de color de tanino, mientras los aguilillas negras, las cig眉e帽as americanas y las cig眉e帽as jabir煤s planean en lo alto.

Sin embargo, esta 煤ltima primavera, fue el humo, y no las aves, lo que colm贸 los cielos de Crooked Tree. Alrededor de las 3 a.m. del 13 de mayo de 2017, destruy贸 el centro de visitantes del refugio, junto con equipos de un valor de miles de d贸lares. Por suerte no se perdieron vidas de personas ni de aves y, si bien los investigadores suponen que se trat贸 de un incendio premeditado, ning煤n sospechoso ha sido detenido. El incendio fue una sorpresa para la junta de Crooked Tree y la  (BAS), que administra el refugio de manera conjunta con el Departamento Forestal del pa铆s y es el socio de BirdLife en Belice de la 爆料公社. No obstante, este incidente tambi茅n puede verse como el punto cumbre de las relaciones entre los guardianes del refugio y los residentes, tensiones que datan desde 1984, cuando el gobierno de Belice prohibi贸 muchas actividades clave para la subsistencia en este lugar. Desde ese entonces, la desconfianza en las comunicaciones y las trabas burocr谩ticas han dado lugar a disputas sobre el uso de la tierra. En 2012, por ejemplo, protestas luego de que las autoridades confiscaran madera que se hab铆a talado de manera ilegal. Sin embargo, el incendio parece haber modificado esta situaci贸n que parec铆a no tener salida: En julio, la BAS y el Departamento Forestal dieron inicio a una serie de reuniones con la junta para buscar un modo m谩s colaborativo de administrar el refugio.

Con sus 36.479 acres reconocidos como un 脕rea de Importancia para las Aves y un humedal de relevancia internacional, el Refugio de Vida Silvestre Crooked Tree bandadas residentes y migratorias, as铆 como de especies en peligro, tales como la tortuga blanca y el tapir centroamericano. Tambi茅n beneficia al resto del pa铆s al absorber el exceso de agua del r铆o Belice y minimizar las inundaciones en la ciudad de Belice.

Sin embargo, para la comunidad que habita Crooked Tree desde hace siglos, la designaci贸n del refugio ha impuesto severas restricciones sobre medios de ganarse la vida como la producci贸n agr铆cola. Seg煤n John Gillett, presidente de la Junta de la Ciudad de Crooked Tree, esta frustraci贸n se ve agravada por el hecho de que la junta carece de facultades importantes para tomar decisiones. "Queremos que 爆料公社 [Belice] administre el refugio, pero no queremos sentir que debemos pedir permiso para todo", explica. En especial, una fuente de enojo ha sido la limitaci贸n de la pesca a "d铆as de captura" designados, en que los residentes (y visitantes) tienen permitido arrojar redes en el refugio solo si cuentan con permisos y bajo supervisi贸n.

Conforme las conversaciones se convierten en actos, "es importante que haya cada vez m谩s transparencia", afirma Victoria Cawich, directora forestal de Belice. Eso incluye aumentar la participaci贸n de la poblaci贸n local en el refugio. Con ese objetivo, el Departamento Forestal y la junta est谩n redactando en conjunto un memorando de entendimiento para optimizar el proceso de programaci贸n de los d铆as de captura y permitir que se pueda utilizar cierta cantidad de madera. Amanda Burgos-Acosta, directora ejecutiva de la BAS, est谩 a favor de la integraci贸n de las ideas de la comunidad. "Queremos apoyar a las personas que viven en el sitio y en los alrededores y aceptar su funci贸n de administradores responsables", afirma. "Su participaci贸n es un factor clave para ese equilibrio".

Pero a煤n queda por ver c贸mo se lograr谩 esa paridad. Actualmente, ambas partes est谩n buscando modos de llevar adelante el desarrollo a largo plazo en Crooked Tree para aliviar la carga de las familias (la mayor铆a de las cuales gana menos de $300 por semana) y al mismo tiempo evitar que el refugio sufra da帽os irreparables. Hace poco, Gillett y la junta obtuvieron los fondos para construir un nuevo museo en la localidad y est谩n haciendo planes para construir una planta procesadora de anacardos y mango. Por su parte, la BAS est谩 utilizando un estudio socioecon贸mico de 2014 para ayudar a la comunidad a crear una estrategia tur铆stica s贸lida y est谩 intentando hacer que m谩s belice帽os se acerquen a Crooked Tree para educarlos acerca del valor del refugio. "Ese reconocimiento y respeto nacional ser谩 fundamental para los pasos futuros", manifest贸 Burgos-Acosta.

Por el momento, no habr谩 un nuevo centro de visitantes, a pesar de que los cient铆ficos de la BAS siguen controlando el refugio y los observadores de aves lo recorren en busca de los poco comunes ejemplares de garza agam铆. "Tenemos la resoluci贸n de volver" afirma Burgos-Acosta, y los residentes quieren que vuelvan a construir. Cuando est茅n listos para comenzar a construir, lo har谩n sobre cimientos m谩s firmes.