Afortunado observador de aves captura las 煤nicas fotos que se conocen de pavones cornudos apare谩ndose en su entorno natural

El fot贸grafo aficionado estaba en su primer viaje a Sierra Madre, Chiapas, el a帽o pasado cuando document贸 el comportamiento de las aves en peligro de extinci贸n.

Apolinar Basora nunca crey贸 que tendr铆a tanta suerte. Estaba en su primer viaje de avistaje de aves a El Triunfo, una reserva de bi贸sfera en el estado de Chiapas, al sur de M茅xico, y su grupo estaba buscando un ave totalmente distinta. Pero luego la vieron: una hembra de pav贸n cornudo, un ave en peligro de extinci贸n para la UICN, con una poblaci贸n estimada en 600 ejemplares, seg煤n .

Solo ver una pava, un ave parecida al pavo con un rojo sobre la cabeza, le alegrar铆a el viaje a cualquier amante de las aves, pero la suerte de Basora no termin贸 all铆. 脡l y otro amante de las aves en realidad pudieron ver dos pavas 鈥攗n macho y una hembra鈥 y las vieron copular. Adem谩s logr贸 capturar la 煤nica foto que se conoce de una pareja de pavones cornudos apare谩ndose en un entorno natural.

El viaje, que fue en marzo de 2016, fue organizado por la Comunidad Mexicana de Fot贸grafos de la Naturaleza con la intenci贸n de encontrar otro ave excepcional: el Quetzal Mesoamericano. Basora, un especialista en tecnolog铆a inform谩tica de 42 a帽os, ha sido miembro del grupo por casi cinco a帽os y viaja con ellos por todo M茅xico en busca de nuevas aves y paisajes. 鈥淢e apasiona la fotograf铆a de la naturaleza鈥, cuenta.

El avistaje y la foto no vinieron sin esfuerzo. El viaje a El Triunfo es largo y agotador. Desde la Ciudad de M茅xico, primero se debe volar a ciudad sure帽a de Tuxtla Guti茅rrez. Luego, se hace un largo viaje de siete horas en un veh铆culo 4x4 a Sierra Madre en Chiapas, una cordillera que se extiende a trav茅s de Honduras, El Salvador, Guatemala y M茅xico. Desde all铆, Basora y su grupo caminaron durante cinco horas con una mula que transportaba su equipo solo para llegar al campamento base.

鈥淎 la ma帽ana siguiente, nos despertamos listos para partir鈥, dice, entusiasmado por revivir su historia. El grupo estaba formado por 14 personas en total, y ese d铆a hab铆an planeado armar grupos m谩s reducidos y dispersarse en distintas direcciones para cubrir m谩s territorio. En el grupo de cuatro personas de Basora estaba Luis Felipe Lizama, un amante de las aves con experiencia que ya hab铆a ido antes a El Triunfo y estaba familiarizado con las excepcionales aves del 谩rea.

La primera caminata del grupo comenz贸 temprano en la ma帽ana pero fue improductiva. Volvieron al campamento, almorzaron, descansaron y salieron de nuevo a las 2:00 p. m. Despu茅s de haber caminado una milla, Basora cuenta que se top贸 con la hembra de pav贸n posada sobre una rama a 100 pies del suelo.

鈥淟uego nos dimos cuenta de que era el macho, 鈹explica鈹 porque estaba cantando a todo volumen. Entonces nos detuvimos y lo fotografiamos鈥.

Despu茅s de unos minutos, Basora y Lezama decidieron adentrarse en el bosque para intentar lograr un mejor 谩ngulo. En su regreso para unirse con el resto del grupo, vieron a la hembra. Estaba posada en un 谩rbol y cantaba el canto distintivo de la especie, que Basora describe como un 鈥渧iejo tel茅fono celular Nokia que suena en modo vibraci贸n鈥.


Asombrados por su buena suerte, ambos se detuvieron para observar a la hembra. Luego, minutos m谩s tarde, oyeron aleteos: el macho que hab铆an visto antes encontr贸 a la hembra. 鈥淓staba estupefacto鈥, cuenta Basora. 鈥淧ero Luis Felipe inmediatamente me dijo: 鈥楥reo que se van a aparear. Prep谩rate鈥欌.

Lamentando no haber llevado su tr铆pode, Basora alist贸 su Nikon D610 equipada con una lente de 200-500 mm. 鈥淓l apareamiento solo tom贸 ocho segundos鈥, detalla.  鈥淓staba disparando a alta velocidad, pero estaba tan oscuro que en algunos puntos no estaba seguro de lo que estaba haciendo鈥.

Lezama tambi茅n intent贸 fotografiar el momento. Ten铆a un tr铆pode y un objetivo de zum mucho m谩s potente, pero no lograba una imagen clara. 鈥淓n todo momento, lo o铆 susurrar 鈥楴o puedo enfocar...  T煤 tienes que tomar esta foto鈥欌, dice Basora.

De regreso en el campamento, revisaron ansiosos las fotos de Basora para ver si hab铆a capturado el momento excepcional. Y s铆, lo logr贸. 鈥淣inguno de nosotros pod铆a creerlo鈥, cuenta.

Y tampoco Fernando Gonz谩lez, un ornit贸logo del Instituto Nacional de Ecolog铆a de M茅xico. Gonz谩lez ha estado los 煤ltimos 25 a帽os estudiando las poblaciones de esta especie en M茅xico y en la actualidad est谩 trabajando en un proyecto de seguimiento de la poblaci贸n. Este ave es tan excepcional que sus c谩lculos muestran que hay menos de cinco por milla cuadrada en las selvas tropicales de Chiapas
.

鈥淛am谩s hab铆a visto una foto como esta en mi vida鈥, afirma Gonz谩lez. 鈥淭iene un gran valor cient铆fico, porque aunque hayamos descrito extensivamente c贸mo se aparean, ahora podemosmostrarlo. Apolinar hizo una gran labor鈥.

Basora tambi茅n document贸 el ritual de las aves postcoito, lo que aporta a los cient铆ficos otro registro importante. 鈥淒espu茅s de aparearse, el macho recoge frutos de bromelias, una planta de la misma familias que las pi帽as, y alimenta a la hembra鈥, cuenta Gonz谩lez.

La historia de Basora puede ser tan excepcional como el ave que fotografi贸, pero tiene un mensaje para otros amantes de las aves: 鈥淣o se rindan. Si van a un lugar y no ven nada, vuelvan, insistan鈥.


驴Y la mejor parte de este relato? El d铆a que Basora tom贸 la fotograf铆a era el d铆a de su cumplea帽os, 20 de marzo. De verdad, un hombre afortunado.