Ritual completo de apareamiento de la Garza Agam铆 es fotografiado por primera vez

La excursi贸n de una pareja a una laguna escondida en Costa Rica condujo al descubrimiento de nuevos detalles acerca de esta gloriosa y poco estudiada ave.

La es una ave de apariencia magn铆fica, en parte debido a su ostentoso plumaje: una franja de plumas blancas en su cabeza, m谩s plumas tornasol en el cuello, y un plumaje facial de color rojo intenso. A esta especie le gustan los pastizales h煤medos de Am茅rica Central y Am茅rica del Sur, y es muy dif铆cil de hallar: nadie sabe ni siquiera d贸nde pasa el invierno esta misteriosa ave. Como resultado, pocas personas han podido observar sus extraordinarios h谩bitos o fotografiarla en su entorno silvestre... hasta ahora.

Todo comenz贸 cuando el bi贸logo especialista en garzas, Jim Kushlan, y la fot贸grafa de vida silvestre, Kirsten Hines, oyeron acerca de una rara colonia de agam铆s en la de Costa Rica, en 2011. Luego de conversar con el administrador y con el cuidador de la reserva, Kushlan y Hines finalmente obtuvieron permiso para visitarla durante la temporada alta de reproducci贸n, el pasado mes de mayo. Como resultado de su excursi贸n, y gracias a las habilidades fotogr谩ficas de Hines, se obtuvo la primera documentaci贸n completa sobre la conducta de reproducci贸n de esta especie escurridiza.

Luego de llegar en bote a la reserva ecol贸gica privada, Kushlan y Hines comenzaron, de inmediato, a estudiar a las garzas, durante un per铆odo de ocho d铆as. Con la ayuda del cuidador profesional Danilo Herrera y su robusta y vieja canoa, el d煤o cont贸 266 nidos de garzas agam铆 m谩s dos polluelos: todos escondidos en una peque帽a isla, en la laguna Pacuare. Tuvieron suerte de encontrar las aves. Hace tres a帽os, un travieso mono ara帽a us贸 un 谩rbol ca铆do para cruzar hacia la zona de nidificaci贸n. Una vez all铆, el animal destruy贸 varios nidos, ocasionando que la colonia entera huyese y se reubicara durante la temporada. Pero ahora, Herrera se asegura de eliminar cualquier puente improvisado que ve durante su patrullaje, as铆 que los monos ara帽a se encuentran exiliados de la isla, y las aves han vuelto y se est谩n reproduciendo.

Aunque las Agam铆s se asustan con facilidad, las aves de Pacuare est谩n acostumbradas a la presencia de Herrera y, por lo tanto, son m谩s indulgentes con los humanos. Durante su estad铆a, Kushlan y Hines incluso llevaron a un grupo de estudiantes de una escuela secundaria local a un punto de observaci贸n para contemplar las garzas. Los estudiantes quedaron cautivados por la belleza de estas aves, cuenta Hines y, al mismo tiempo, fueron muy respetuosos con su timidez.

Esta fue la segunda vez que Kushlan se encontraba con la especie (la primera vez fue con una linterna durante una noche oscura, en Ecuador), pero era la primera vez de Hines, y las aves la impresionaron mucho. 鈥淟a garza agam铆 es incre铆ble, y personalmente es m谩s fabulosa que cualquier imagen que haya visto鈥, escribi贸 en su . 鈥淓sta era una oportunidad especial, y fue exactamente para eso que decidimos venir aqu铆.鈥

Tan pronto como Hines divis贸 el penacho de la garza (comparable con la peluca de una estrella de punk rock o con el peinado de Einstein), comenz贸 a tomar fotograf铆as desde un punto de observaci贸n escondido. Eligi贸 el momento justo: logr贸 captar un macho y una hembra j贸venes moviendo sus cabezas en un acto de cortejo fascinante, al tiempo que, al otro extremo del escondite, una cr铆a reclamaba alimento a su padre.

A diferencia de la mayor铆a de las aves, ambos g茅neros de agam铆s tienen el mismo plumaje durante la 茅poca de apareamiento. La 煤nica forma de diferenciarlos, dice Kushlan, es por el tama帽o superior que tienen pico y el cuerpo del macho. Y, a diferencia de muchas otras especies, es la hembra la que tiene que conquistar el coraz贸n del macho. El cortejo comienza cuando un macho escoge un sitio para anidar y comienza a exhibirse alrededor del mismo. Esto llama la atenci贸n de la hembra y, si est谩 interesada, se acercar谩 y comenzar谩 su danza: agitar谩 sus plumas, se balancear谩 sobre sus patas con sus plumas faciales cada vez m谩s rojas, y en ocasiones, har谩 una reverencia. Entonces, el macho responde, y puede volverse agresivo, picoteando o incluso punzando a la hembra con su pico afilado para intentar rechazarla. 鈥淓s muy dif铆cil para las hembras鈥, dice Kushlan. El proceso puede durar d铆as, hasta que el macho finalmente acepta a su compa帽era y comienzan a construir el nido juntos.

El cortejo de las garzas nunca hab铆a sido descrito con tanto detalle. Y gracias al ojo experto de Kushlan y a las fotos detalladas de Hines, los descubrimientos se publicar谩n en la revista Waterbirds, a principios de junio. El estudio, que complementa una investigaci贸n en curso sobre una colonia de agam铆s a煤n m谩s grande en Guayana Francesa, presenta nueva informaci贸n acerca de los h谩bitos de nidificaci贸n, alimentaci贸n y crianza, y de c贸mo reaccionan estas aves antes las alteraciones que las rodean. Tambi茅n se帽ala las discrepancias entre los h谩bitos de reproducci贸n de los machos y de las hembras; por ejemplo, la hembra puede mantener el rojo de su plumaje facial durante horas, a diferencia del macho. 

Kushlan y Hines esperan que su trabajo atraiga a m谩s cient铆ficos a Costa Rica para hacer un seguimiento a largo plazo; ya que cada nuevo detalle puede ayudar a fortalecer el de la UICN. Gracias a esta experiencia, comprendieron que una porci贸n de tierra de propiedad privada y bien administrada puede ser muy valiosa tanto para los habitantes locales como para los animales migratorios. 鈥淟os emprendimientos privados como estos pueden tener un impacto positivo en las especies a nivel continental鈥, dice Kushlan. 脡l y Hines instan a los observadores de aves a visitar la reserva y a ver a sus habitantes especiales con sus propios ojos (Hines le da al lugar la calificaci贸n 鈥渆xcelente鈥 en su ).

En cuanto a esta pareja intr茅pida, ahora se encuentran de nuevo en su hogar, en Florida, prepar谩ndose para la b煤squeda de otra ave acu谩tica muy astuta: la , una especie poco conocida que habita en el Amazonas cerca de su prima, la majestuosa garza agam铆.