Los lagos salinos est谩n desapareciendo - Los cient铆ficos esperan que esta ave playera poco com煤n pueda ayudar a salvarlos

Un equipo internacional de investigadores realiza en la actualidad trabajo de campo desde Canad谩 hasta Argentina para ayudar a contar la historia del falaropo de Wilson, una especie en peligro cuyos h谩bitats esenciales en todo el hemisferio est谩n en riesgo debido a la sobreexplotaci贸n y la sequ铆a.
A person holds a tall plastic pole beside a lake with mountains in the background.

Ryan Carle necesita una siesta. Cansado y encorvado en el muelle de un barco, parece casi derrotado. 鈥淢e parece que esto es una p茅rdida de tiempo鈥, me dice, en un tono de voz no mucho m谩s alto que el rumor del lago Mono debajo de nosotros. Carle, director cient铆fico del grupo de investigaci贸n sin fines de lucro Oikonos Ecosystem Knowledge, ha reunido a un peque帽o equipo de cient铆ficos en su peque帽a ciudad natal de Lee Vining, California, en la base oriental de Sierra Nevada, con el claro objetivo de atrapar falaropos. Hace una semana que se dedican a esta tarea. No han logrado nada.

Esta ma帽ana probaron dos nuevas t茅cnicas. Carle parti贸 en un bote con Margaret Rubega, ornit贸loga de la Universidad de Connecticut, para colocar un artilugio construido con un viejo marco de ventana que Carle sac贸 del garaje de sus padres. El dispositivo casero est谩 dise帽ado para flotar y atrapar las patas de los falaropos que nadan en lazos de hilo de pescar.

Me sub铆 al otro bote, donde Sydney Miller, una estudiante de posgrado que estudia estas delicadas aves playeras en la Universidad Thompson Rivers, en Columbia Brit谩nica, prob贸 una innovaci贸n diferente: Arroj贸 por la borda un repugnante trozo de lodo congelado: larvas de mosca alcalina y artemias. 鈥淪us manos van a apestar durante muchos d铆as鈥, le inform贸 Kiki Tarr, ecologista de . La esperanza era que el hedor del cebo atrajera a las aves lo suficiente como para que Miller pudiera atrapar una mientras Tarr maniobraba el bote. Pero a los falaropos no les interes贸. El lago estaba plagado de diminutos invertebrados.

Cuando todos se volvieron a reunir despu茅s de unas horas, Carle ten铆a los ojos enrojecidos. La trampa flotante se hab铆a hundido, dijo, y hab铆a nadado hasta el fondo del lago salado y alcalino para recuperarla. A comenzar de nuevo.

Es la primera semana de agosto, per铆odo que el equipo eligi贸 por una buena raz贸n: Por lo general, durante esta 茅poca, los falaropos picofino y de Wilson aumentan de peso para poder realizar su migraci贸n de oto帽o. Deber铆an ser regordetes, lentos y f谩ciles de capturar. En cambio, son tan esbeltos que toda la empresa parece imposible. 

Los investigadores no est谩n seguros de por qu茅, pero cuando se trata de falaropos, hay muchas cosas que los cient铆ficos desconocen. Llenar esos vac铆os es el prop贸sito del , que surgi贸 de una reuni贸n que Carle y Rubega convocaron en el lago Mono en 2019. La asociaci贸n tiene como objetivo arrojar nueva luz sobre preguntas clave que se podr铆a suponer que ya han sido resueltas, como cu谩ntos falaropos hay y hacia d贸nde viajan durante la migraci贸n. Este verano, el equipo conect贸 los primeros transmisores de radio a 15 falaropos de Wilson, machos cuya devoci贸n por proteger sus nidos en Saskatchewan los hizo relativamente f谩ciles de capturar. Solo dos de los marcadores proporcionaron datos 煤tiles, por lo que el objetivo de hoy era marcar aves en el lago Mono y ver ad贸nde se dirig铆an a continuaci贸n.

De las tres especies de falaropos, el destino del falaropo de Wilson parece el m谩s precario. Esto se debe a que el ave depende casi por completo de la supervivencia de los lagos salinos. Estas antiguas y extraordinarias masas de agua, en algunos casos ocho veces m谩s saladas que los oc茅anos, rebosan de vida adaptada a condiciones extremas. En algunos a帽os, el Gran Lago Salado de Utah ha albergado a m谩s de medio mill贸n de falaropos de Wilson que se preparan para migrar hacia el sur. Cuando llega el verano a Am茅rica del Sur, un n煤mero comparable se re煤ne en la laguna Mar Chiquita, el lago salino m谩s grande de Argentina. Los h谩bitats saludables en un continente no son suficientes para sustentar a la especie; dependen de los lagos salados de todo el continente americano. 鈥淓sta red ecosist茅mica de lagos salinos es absolutamente esencial e insustituible para una especie como el falaropo de Wilson鈥, afirma Marcelle Shoop, directora del Programa de Lagos Salinos de 爆料公社.

Estos ecosistemas vitales  en todo el mundo. Las personas extraen agua de sus fuentes, principalmente para cultivar en medioambientes 谩ridos. El cambio clim谩tico a帽ade estr茅s e imprevisibilidad, incluso a lagos bien protegidos como el Mono. Y al igual que a los lagos, as铆 les ocurre a los falaropos de Wilson. Bas谩ndose en su investigaci贸n, el grupo de trabajo ha reducido en un tercio la estimaci贸n de la poblaci贸n mundial que se realizaba desde hace tiempo.

Por eso Carle siente tanta presi贸n para triunfar. En los 煤ltimos d铆as se ha dedicado de lleno a perseguir y contar falaropos en el lago azotado por el sol, a lavar la sal incrustada en los botes y a visitar a los pescadores de artemias locales para pedirles cubos de cebo. Solo quedan unos pocos d铆as antes de que el equipo deba dispersarse para cumplir otras obligaciones, por lo que Carle empieza a aceptar que tendr谩n que hacer lo que considera el 煤ltimo recurso: capturar a los falaropos por la noche. Ser谩 dif铆cil y un poco peligroso, pero ya ha capturado aves marinas al anochecer. Cree que hay que intentarlo.

Con los datos que espera obtener, Carle intenta contarle al mundo una historia sobre los lagos salinos y las aves que los necesitan. El tiempo se acaba, no solo para el equipo sino tambi茅n para los propios falaropos. 鈥淟as historias son las que hacen que las personas act煤en鈥, afirma. Y acci贸n es lo que las aves necesitan.

U

na bandada de falaropos en vuelo es uno de los espect谩culos de vida silvestre m谩s impresionantes de la Tierra. Un visitante afortunado de un lago salino puede ver miles de falaropos picofino o de Wilson  en una 颅masa 煤nica y sinuosa. Luego, con un sonido como el de una vela que ondea, viran al un铆sono, y la nube oscura se vuelve blanca al mostrar sus vientres blancuzcos.

Sin embargo, en papel, los falaropos son un desastre. Estas aves playeras se encuentran solo ocasionalmente a lo largo de las costas y, en cambio, se alimentan principalmente mientras nadan. Debido a que flotan demasiado para bucear, nadan en c铆rculos cerrados para crear remolinos que atraen comida hacia la superficie. 鈥淪i dise帽ara un ave acu谩tica, el punto de partida no ser铆a el cuerpo de un ave playera鈥, dice Rubega. 鈥淪er铆a un plan err贸neo鈥. Los falaropos picogrueso y picofino tambi茅n pueden ser aves marinas: Se reproducen en el 脕rtico y pasan el resto del a帽o principalmente en mar abierto. Los falaropos de Wilson, por el contrario, prefieren el agua dulce. Se reproducen en humedales poco profundos en varios estados y provincias del oeste, y en junio comienzan a prepararse para la migraci贸n en lagos salinos. All铆, en apenas unas semanas, mudan su plumaje de reproducci贸n y comen suficientes invertebrados para duplicar su peso. El crecimiento de nuevas plumas y la migraci贸n de miles de millas requieren una gran cantidad de calor铆as. 鈥淭endr铆a que llegar, desnudarse por completo, aumentar de peso hasta cerca de los 400 y luego fabricarse un conjunto completo de ropa. Y hacerlo en un mes鈥, me dice Rubega. 鈥淧ara eso se necesita mucha comida, es a lo que me refiero鈥.

Estas extra帽as aves se adaptan perfectamente en algunos de los ecosistemas m谩s extra帽os del planeta. Los lagos salinos se forman en cuencas cerradas sin salida; el agua solo puede salir por evaporaci贸n, que deja tras de s铆 sal y otros minerales. Muchos son demasiado salados para los peces, las ranas y otros peces habituales de agua dulce, pero abunda la vida. , mejor conocidas por el nombre comercial Sea Monkeys, se retuercen incontables veces a trav茅s de la columna de agua. Las moscas alcalinas adultas, encerradas en  que sirven como tanques de buceo, se mueven por el lecho del lago, aliment谩ndose de bacterias y algas. 

Para muchas aves, ninguna otra fuente de comida se puede comparar. M谩s de 10 millones de aves visitantes se detienen cada a帽o para alimentarse solamente en el Gran Lago Salado, convirti茅ndolo en el lugar m谩s importante del continente para los falaropos de Wilson. Tambi茅n es un ecosistema en crisis. El uso insostenible del agua, principalmente para cultivar alfalfa y otros cultivos, ha consumido m谩s de dos tercios de su caudal hist贸rico. El nivel del agua del lago alcanz贸 un m铆nimo hist贸rico en 2021, para luego superarlo un a帽o despu茅s. El retroceso de las aguas provoc贸 una mortandad masiva de estructuras parecidas a arrecifes llamadas microbialitas, que proporcionan un buffet de algas para los invertebrados y un lugar para que las moscas alcalinas depositen sus larvas. Con menos agua para diluir los minerales, la salinidad en algunas partes del lago ha aumentado tanto que las artemias podr铆an extinguirse pronto. Un informe de 2023 advirti贸 que, tras haber perdido casi las tres cuartas partes de su volumen, el lago salino m谩s grande de Am茅rica del Norte estaba  en un plazo de cinco a帽os.

La orilla del lago Mono est谩 repleta de moscas alcalinas que son un alimento b谩sico para los falaropos y otras aves.

Los resultados ser铆an desastrosos. A medida que el lecho del lago queda expuesto, las tormentas de polvo transportan metales pesados y part铆culas contaminantes a las comunidades cercanas, lo que pone a los residentes en mayor riesgo de sufrir problemas de salud graves, incluido el c谩ncer. Las industrias que dependen del lago, incluida una pesquer铆a de artemias de 60 millones de d贸lares que suministra comida para peces a las empresas acu铆colas, desaparecer铆an. Los falaropos, los zampullines cuellinegro y otras aves acostumbradas a encontrar all铆 sustento tendr铆an que buscar en otra parte. 鈥淓s una especie de bomba de tiempo鈥, dice Wayne Wurtsbaugh, experto en lagos salinos y limn贸logo jubilado de la Universidad Estatal de Utah.

Es una cat谩strofe que las aves y las personas han experimentado en otros lugares. En 1913, la creciente ciudad de Los 脕ngeles comenz贸 a extraer agua del r铆o Owens a trav茅s de un acueducto de 233 millas (375 kil贸metros). En 1926, el lago Owens, que no se hab铆a secado en al menos 800,000 a帽os, estaba completamente seco. El lago, que alguna vez fue un para铆so para las aves acu谩ticas, se ha convertido en una serie de embalses, crestas aradas y campos de grava utilizados por Los 脕ngeles para controlar el polvo t贸xico, una obligaci贸n que se espera le cueste a la ciudad 3,600 millones de d贸lares en 2025 (m谩s que el valor del agua que extrajo la ciudad, seg煤n un informe).

El lago Abert, en Oreg贸n, ha estado hist贸ricamente entre los principales lugares de reuni贸n de falaropos del continente, pero las desv铆os r铆o arriba y las condiciones m谩s c谩lidas y secas hicieron que  en 2014, 2015, 2021 y 2022, a帽os en los que nunca llegaron a materializarse las habituales masas de falaropos y zampullines cuellinegro. 鈥淗ay menos h谩bitat y menos comida disponible, por lo que no es de extra帽ar que no vengan鈥, dice Ron Larson, un bi贸logo jubilado del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos que monitorea el lago para la . 鈥淪i estas aves no vienen al lago Abert, 驴ad贸nde van? 驴O se est谩n muriendo?

Ese es el tipo de preguntas que Carle y el grupo de trabajo tratan de responder. Para tener una idea m谩s completa de los movimientos de las aves y las tendencias de la poblaci贸n, en 2019 el equipo comenz贸 a coordinar estudios anuales en 谩reas de concentraci贸n en California, Oreg贸n, Utah y Saskatchewan. Es alentador que  sugieran que los falaropos son lo suficientemente flexibles como para adaptarse a las condiciones cambiantes del h谩bitat. A medida que el n煤mero de aves del lago Abert se desplom贸 en 2021, por ejemplo, el lago Mono registr贸 su recuento m谩s alto desde que comenzaron los estudios. En 2023, cuando un invierno extremadamente h煤medo convirti贸 al lago Owens en un lago adecuado por primera vez en un siglo, su abundante cosecha de moscas alcalinas atrajo a un n煤mero r茅cord de falaropos de Wilson.

Sin embargo, puede haber l铆mites a la flexibilidad de las aves. Cuando el Gran Lago Salado estuvo al borde del colapso en 2022, el n煤mero de falaropos se desplom贸, pero los estudios no detectaron un aumento correspondiente en otros lugares. En general, los datos del estudio hasta ahora cuentan una historia m谩s aleccionadora. El n煤mero promedio de falaropos de Wilson es aproximadamente la mitad de los conteos comparables en la d茅cada de 1980. Solo desde que Carle y su equipo comenzaron sus conteos, el conteo ha ca铆do de 340,000 falaropos de Wilson en 2019 a aproximadamente 74,000 en 2023 (aunque ese a帽o hubo un n煤mero inusualmente alto de aves no identificadas; los falaropos picofino y los falaropos de Wilson no reproductores se parecen mucho).

鈥淐reo que este es un per铆odo realmente cr铆tico para estas aves que dependen de las 谩reas salinas鈥, dice Larson. A medida que algunos de sus lugares de reuni贸n m谩s importantes se reducen, aumenta lo que est谩 en juego en la protecci贸n de h谩bitats relativamente estables como el lago Mono y la laguna Mar Chiquita. E incluso estos refugios comparativamente seguros en la actualidad muestran serios signos de dificultades.

P

ara Carle, este trabajo es sumamente personal. 鈥淓l lago Mono siempre ha estado en el fondo de mi mente鈥, afirma. (Los lugare帽os lo pronuncian MOH-no, ya que es una referencia a los habitantes ind铆genas de la zona). Cuando California cre贸 una reserva estatal all铆 en 1982, los padres de Carle se convirtieron en sus primeros guardabosques. Una fotograf铆a de un desfile del 4 de julio de 1992 lo muestra disfrazado de mosca alcalina. En otra fotograf铆a, de 2004, luce una camiseta con la leyenda 鈥淢ono Lake Is for Lovers鈥 (el lago Mono es para enamorados), que dise帽贸 como voluntario para el Comit茅 del Lago Mono, una organizaci贸n sin fines de lucro. Actualmente vive en Santa Cruz, pero regresa a Lee Vining cada verano para estudiar los falaropos. 鈥淪iento mucha responsabilidad de hacer un buen trabajo鈥, afirma. 鈥淢uchos de mis socios profesionales con los que trabajo son personas que me conocen desde que era un ni帽o鈥.

Los profundos v铆nculos de Carle con Mono Basin no son la 煤nica raz贸n por la que est谩 interesado en los falaropos de all铆. Es importante comprender c贸mo utilizan este h谩bitat, afirma, porque el lago Mono, cuatro veces m谩s profundo que el Gran Lago Salado y mejor protegido, tiene mayores probabilidades que sus hom贸logos de sobrevivir a un clima cambiante. 鈥淓n un sentido relativo, podemos contar con que el lago Mono estar谩 ah铆 para las aves鈥, dice, 鈥測 no podemos contar con estos otros lagos鈥.

Sin embargo, hace medio siglo, este lago de un mill贸n de a帽os se enfrent贸 a un desastre. En 1941, el Departamento de Agua y Energ铆a de Los 脕ngeles comenz贸 a desviar agua de los arroyos que alimentan el lago Mono, envi谩ndola a la ciudad 350 millas (563 kil贸metros) al sur. LADWP tom贸 tanta agua que la superficie del lago cay贸 45 pies (13.7 metros), lo que redujo su volumen a la mitad y 颅duplic贸 su salinidad. La ciudad estaba en camino de agotar el lago Mono como lo hab铆a hecho con el lago Owens.

En 1976, con una mezcla de preocupaci贸n y curiosidad, un grupo desali帽ado de estudiantes universitarios pas贸 un verano dedicado a realizar un estudio ecol贸gico sin precedentes de la Cuenca Mono. Descubrieron que la zona era mucho m谩s importante para las aves de lo que nadie hab铆a pensado. El lago albergaba a m谩s de 700,000 zampullines cuellinegro y hasta 93,000 falaropos de Wilson. Albergaba m谩s gaviotas californianas reproductoras que cualquier otro lugar excepto el Gran Lago Salado, pero la ca铆da del nivel del agua pronto crear铆a un puente terrestre que permitir铆a a los depredadores llegar a su principal isla de nidificaci贸n. Y con el aumento de la salinidad del lago, , las artemias y las moscas alcalinas 鈥減odr铆an estar en peligro de extinci贸n鈥.

Alarmados, algunos de esos j贸venes idealistas crearon el  en 1978 y comenzaron a agitar los 谩nimos en defensa del lago. Al a帽o siguiente, hab铆an convencido a la Sociedad Nacional 爆料公社 y a otras entidades para que se unieran a ellos en una t谩ctica audaz: Demandaron a LADWP, la empresa municipal de servicios p煤blicos m谩s grande del pa铆s.

En un , la Corte Suprema de California determin贸 que el estado tiene el deber, seg煤n un principio legal conocido como doctrina de confianza p煤blica, de proteger el lago Mono para las personas y la vida silvestre. Para cumplir con esa responsabilidad, la Junta Estatal de Control de Recursos H铆dricos emiti贸  en 1994: Las extracciones de LADWP se controlar铆an para ayudar a que la elevaci贸n de la superficie del lago alcance y permanezca a 6,392 pies (1,948 metros) sobre el nivel del mar, 25 pies (7.6 metros) m谩s baja que antes de las desviaciones de la ciudad, pero 20 pies (6.1 metros) m谩s alta que su punto m谩s bajo de 1982. Los modelos inform谩ticos indicaron que, con las nuevas restricciones, se alcanzar铆a ese objetivo en 2014.

En la actualidad, el lago . Los l铆mites de extracci贸n impidieron el colapso del ecosistema, pero han demostrado ser demasiado laxos para lograr la recuperaci贸n planificada, dice Geoff McQuilkin, director ejecutivo del Comit茅 del Lago Mono. Los modelos inform谩ticos no contemplaban el cambio clim谩tico: No pod铆an predecir que, de 2012 a 2016, una sequ铆a severa reducir铆a la elevaci贸n del lago Mono en siete pies (2.1 metros).

Este sistema de toma desv铆a una parte del caudal de Lee Vining Creek unas 350 millas al sur hasta Los 脕ngeles a trav茅s de un acueducto a la izquierda, mientras que el resto contin煤a cayendo desde Sierra Nevada hasta Mono Lake.

En diciembre de 2022, con la regi贸n nuevamente sumida en una sequ铆a de varios a帽os, McQuilkin envi贸 a la junta de agua  en la que instaba a los funcionarios a detener los desv铆os, que no satisfacen m谩s del 3 por ciento de la demanda de la ciudad. 鈥淓sta agua es realmente valiosa en el lago Mono, pero menos valiosa en Los 脕ngeles鈥, dice. LADWP no parece compartir el sentido de urgencia. 鈥淪i bien el aumento del nivel del lago no ocurre tan r谩pidamente como se esperaba originalmente鈥, escribi贸 un portavoz del departamento a 爆料公社, 鈥渓a Cuenca Mono es una de las regiones m谩s protegidas de las fuentes de suministro importadas de California y el nivel objetivo del lago se alcanzar谩 con el tiempo鈥.

鈥淐on el tiempo鈥 no es suficiente, dicen los defensores del lago Mono; el fallo de 1994 fue una orden, no una recomendaci贸n. En 茅l, la junta de agua dec铆a que si el lago no alcanzaba la elevaci贸n objetivo en 2014, convocar铆a una audiencia p煤blica para determinar si era necesario modificar las licencias de LADWP. Mucho despu茅s de la fecha l铆mite y lejos del objetivo, eso a煤n no ha sucedido. La junta dijo a 爆料公社 que planea celebrar una audiencia, pero se neg贸 a decir cu谩ndo.

A medida que se acercaba el invierno de 2022, el lago Mono hab铆a descendido tanto que su salinidad exced铆a las regulaciones de la Ley de Agua Limpia y resurg铆a un puente terrestre hacia la colonia de gaviotas. Entonces empez贸 a nevar sin parar. Lee Vining alcanzar铆a un r茅cord de 19 pies (5.8 metros) ese invierno. En pleno verano, el deshielo descendi贸 rugiente por la ladera de la monta帽a. La afluencia dej贸 al lago muy por debajo de la elevaci贸n objetivo, pero lo elev贸 lo suficiente como para que las normas permitieran a LAWDP tomar casi cuatro veces m谩s agua en 2024 que en 2023.

Esa es exactamente la respuesta equivocada a un invierno generoso, afirma McQuilkin, y la prueba de que las normas deben actualizarse para afrontar la realidad del cambio clim谩tico. 鈥淣ecesitamos preservar las ganancias de un a帽o h煤medo y minimizar las p茅rdidas de un a帽o seco鈥, afirma. 鈥淯n a帽o h煤medo no es un plan de gesti贸n del agua鈥. 

M

ucho antes de la lecci贸n de Carle sobre las dificultades de intentar atrapar los falaropos de Wilson, Marcela Castellino era una experta en el tema. Comenz贸 a investigar las aves hace aproximadamente una d茅cada, pero capturarlas result贸 tan dif铆cil que tuvo que posponer el doctorado que ten铆a planeado. 鈥淓st谩n todo el tiempo en el agua, que est谩 muy embarrada, y son muy r谩pidos鈥, dice. Prob贸 con redes de mano, redes de niebla, redes disparadas con un ca帽贸n que fabric贸 su padre y redes lanzadas desde un dron: 鈥淧rob茅 todos los m茅todos imaginables y solo captur茅 tres en cuatro a帽os鈥.

Sin embargo, el trabajo la convirti贸 en una autoridad en la especie, que, por lo que sabe, nadie m谩s hab铆a estudiado seriamente en Argentina, su pa铆s de origen. Asisti贸 a la reuni贸n de falaropos de 2019 en el lago Mono, despu茅s de lo cual la  la contrat贸 para trabajar en la conservaci贸n de lagos salinos. Y cuando Carle necesit贸 un hom贸logo austral para coordinar la investigaci贸n en Am茅rica del Sur, recurri贸 a Castellino.

Fue la combinaci贸n perfecta. Ambos cient铆ficos nacieron en 1985. Ambos desean que su investigaci贸n tenga valor de conservaci贸n en el mundo real. Ambos pasaron su infancia en peque帽os pueblos junto a lagos salinos (laguna Mar Chiquita, en el caso de Castellino) y regresan regularmente para visitar a sus familiares y contar falaropos. Los padres de Castellino no eran guardabosques, pero su amor por Mar Chiquita es tal que les pusieron a sus tres hijas nombres que comienzan con Mar.

Poco despu茅s de que Carle comenzara a contar falaropos de Wilson en el lago Mono durante sus veranos, Castellino comenz贸 a dirigir estudios a茅reos y costeros en Mar Chiquita durante los suyos. Por ahora es demasiado pronto para sacar conclusiones de esos esfuerzos en curso, pero un proyecto relacionado suscit贸 preocupaciones sobre la trayectoria del ave. En 2020, Carle, Castellino y otros  por Am茅rica del Sur, desde lagunas de los Altos Andes hasta 颅humedales patag贸nicos, e inspeccionaron 753 sitios en busca de falaropos de Wilson, muchos de ellos por primera vez. Desde la d茅cada de 1980, los cient铆ficos hab铆an calculado que la 颅poblaci贸n global era de alrededor de 1.5 millones. Seg煤n el censo, el grupo de trabajo  a 1 mill贸n.

De todos los sitios de Am茅rica del Sur, ninguno se compara con el medio mill贸n de aves de Mar Chiquita. Mientras el lago Mono descansa en un cuenco empinado, Mar Chiquita se extiende sobre un paisaje tan plano que uno se pregunta c贸mo sabe el agua d贸nde acumularse. Es 14 veces m谩s grande que el lago Mono, pero mucho menos profunda, y est谩 alimentada por tres r铆os que atraviesan las vastas llanuras de la provincia de C贸rdoba, en el centro de Argentina. Su afluente m谩s grande desemboca en la costa norte del lago, donde vastos y remotos humedales son un atractivo para las aves playeras y tres especies de flamencos.

Castellino creci贸 en la costa sur de Mar Chiquita en Miramar de Ansenuza, una tranquila ciudad tur铆stica con palmeras, tiendas de souvenirs, mochuelos de madriguera que miran perezosamente a los transe煤ntes, donde los estridentes sonidos de los benteveos, las avefr铆as y los pericos monje se convierten en m煤sica de baile al caer la noche. En diciembre de 2022 me un铆 a una docena de estadounidenses all铆 para una reuni贸n destinada a fortalecer la colaboraci贸n internacional que, como dice Castellino, exigen los falaropos de Wilson. Tambi茅n fue una celebraci贸n: Seis meses antes, Argentina hab铆a establecido el , que abarca toda Mar Chiquita. La importancia del lago para los falaropos de Wilson, flamencos y otras aves fue una raz贸n importante para su designaci贸n, y la reuni贸n rebosaba optimismo de que el parque ayudar谩 a proteger el lago y hacer crecer la econom铆a de la regi贸n a trav茅s del turismo basado en la naturaleza.

Tanto los residentes como los visitantes de Miramar de Ansenuza disfrutan al nadar y navegar en barco en la laguna Mar Chiquita.

Si bien fue necesario un desastre inminente para estimular el movimiento para salvar el lago Mono, aqu铆 los esfuerzos de conservaci贸n parec铆an estar a la vanguardia, con mucha agua todav铆a en Mar Chiquita. Sin embargo, en comparaci贸n con sus hom贸logos norteamericanos, Mar Chiquita no ha sido estudiada detenidamente. Castellino y otras personas con las que habl茅 compart铆an la sensaci贸n de que nadie estaba exactamente seguro de en qu茅 forma se encontraba o de c贸mo ser铆a su futuro. Un aumento de las precipitaciones en la d茅cada de 1970 llev贸 el lago a alturas r茅cord, pero la cantidad desviada para la agricultura tambi茅n creci贸. Un  encontr贸 que, entre 1992 y 2020, la mitad del agua de Mar Chiquita desapareci贸. El cambio clim谩tico influy贸, pero el factor m谩s importante fue el consumo humano.

El agua de Mar Chiquita carece del tipo de protecci贸n legal que se garantiza para el lago Mono. Existe un comit茅 de cuencas que supervisa el uso del agua a lo largo de sus afluentes, pero es exasperantemente poco transparente, dice Castellino. No le han proporcionado los documentos que solicit贸 sobre el uso del agua y no est谩 segura de si los medidores de caudal funcionan. 鈥淣ecesitamos informaci贸n sobre los niveles del agua, lo que sucede actualmente con los invertebrados y lo que sucede con la calidad del agua鈥, dice.

Sin ella, es dif铆cil entender el presente o planificar el futuro de este lago donde la mitad de todos los falaropos de Wilson pasan la temporada no reproductiva, especialmente a medida que el mundo se calienta. En septiembre de 2023, mientras Argentina sufr铆a una sequ铆a hist贸rica, Castellino me envi贸 por correo electr贸nico im谩genes satelitales que mostraban que el borde norte del lago hab铆a retrocedido dram谩ticamente en los 煤ltimos cuatro a帽os, dejando al descubierto vastas lenguas de tierra salada. 鈥淓stoy muy preocupada鈥, dice. 鈥淓sta podr铆a ser una situaci贸n realmente cr铆tica en unos a帽os si no prestamos atenci贸n鈥.

E

n 2009, los investigadores extrajeron muestras del fondo del Gran Lago Salado. De estas columnas de sedimento extrajeron huevos de artemia, algunos de m谩s de 200 a帽os. Cuando los cient铆ficos regaron los huevos, .

Quiz谩s sea una historia peligrosa. Se podr铆a concluir que dejar que los lagos salinos se sequen no ser铆a tan grave. Pueden recuperarse inmediatamente (隆solo hay que a帽adir agua!), aunque eso no ayudar铆a a las aves que necesitan comida este a帽o, el pr贸ximo y el siguiente.

Pero tambi茅n es una historia esperanzadora, y sentir esperanza no es descabellado. El lago Mono subi贸 alrededor de cinco pies (1.5 metros) en 2023 gracias a la gran cantidad de agua proveniente del deshielo de la nieve. La junta de agua a煤n no ha programado una audiencia para revaluar las licencias de LADWP, pero s铆 celebr贸 un taller p煤blico en febrero. Fue la primera audiencia formal de este tipo desde la decisi贸n de la junta en 1994, seg煤n McQuilkin. Durante , McQuilkin, Carle, Castellino y muchos otros (funcionarios estatales de vida silvestre, administradores de calidad del aire y la tribu Kutzadika'a del lago Mono) instaron a la junta a tomar medidas para proteger el lago.  鈥淓so fue realmente importante鈥, dice McQuilkin.

Ese espl茅ndido invierno tambi茅n reabasteci贸 el lago Abert y el Gran Lago Salado: no una cura sino un b谩lsamo. Cuando el deshielo disminuy贸 en septiembre pasado, grupos ambientalistas y de salud p煤blica  contra agencias estatales en Utah que se inspir贸 en la demanda del lago Mono. Cualquiera que sea el resultado, los habitantes de Utah con los que habl茅 dicen que las personas prestan atenci贸n al lago de una manera que parece nueva. El a帽o pasado, la legislatura declar贸 formalmente a la artemia . M谩s sustancialmente, en 2022 los legisladores estatales pusieron a 爆料公社 y The Nature Conservancy a cargo de  para llevar m谩s agua al lago. El a帽o pasado, el fondo obtuvo la entrada de 64,000 acres-pies (78,942,720 kilolitros) y otorg贸 subvenciones para proyectos destinados a reforzar 13,000 acres (5,261 hect谩reas) de humedales. Tambi茅n en 2022, el Congreso estableci贸 un nuevo programa para coordinar la vigilancia de los lagos salinos en el oeste.

El grupo de trabajo de falaropos tambi茅n ha logrado avances importantes. Unos d铆as despu茅s de mi charla con un Carle exhausto en ese muelle de Lee Vining, me envi贸 un mensaje de texto con una foto de un ave del tama帽o de un petirrojo bajo el resplandor de un faro. La noche anterior, su equipo hab铆a capturado dos falaropos picofino. No eran falaropos de Wilson y los marcadores que Carle planeaba colocar no se ajustaban a las patas cortas de esta especie. A煤n as铆, fue un gran avance: Alumbrar a los falaropos por la noche parec铆a ser la clave para atraparlos en sus escalas migratorias. Unas noches m谩s tarde, gracias a la nueva informaci贸n, los investigadores del Servicio Geol贸gico de los EE. UU. marcaron 10 falaropos de Wilson en el lago Tule, al norte de California.

Los datos de esos transmisores ya han revelado nuevos conocimientos sobre el movimiento de los falaropos que podr铆an ser valiosos para la conservaci贸n. Despu茅s del lago Tule, las aves visitaron humedales en el sur de California y M茅xico que los investigadores no sab铆an que eran impor颅tantes para la especie. Que descansaran all铆 fue una revelaci贸n. La sabidur铆a convencional sosten铆a que la mayor铆a de los falaropos de Wilson migran sin escalas a Am茅rica del Sur.

El pasado mes de junio, mientras las aves se preparaban para volar hacia el sur, Castellino y otros visitantes de Argentina viajaron hacia el norte para asistir a la inauguraci贸n del Festival de Falaropos del Lago Mono. En un parque con vista al lago, Castellino se uni贸 a Carle para cantar una canci贸n de su autor铆a titulada 鈥淢e llaman falaropo鈥. 鈥淰olver茅; los lagos salados me llaman鈥, cantaron mientras 茅l tocaba una mandolina, 鈥測 mi viaje nunca termina鈥.

Puede sonar cursi (una canci贸n no hace que haya m谩s agua en el lago), pero cuando vi  m谩s tarde, me conmovi贸. Estos dos cient铆ficos, hijos de dos lagos salinos en dos continentes, que cantan juntos en sus dos idiomas sobre esta hermosa ave que siempre han conocido y que reci茅n comienzan a comprender, diluyeron mi cinismo tal como la escorrent铆a que se desliza por los ca帽ones suavizar铆a el borde salado del lago Mono. 鈥淪茅 que alg煤n d铆a protegeremos todos los lugares que llamo hogar鈥, cantaron. Detr谩s de ellos, en lo alto de la Sierra, todav铆a quedaban gruesas placas de nieve como regalos sin abrir. 

Esta historia se public贸 originalmente en la edici贸n de primavera de 2024 con el t铆tulo 鈥淗ay que a帽adir agua鈥. Para recibir la revista impresa, h谩gase miembro hoy mismo  .